martes, 17 de abril de 2012

El aprendizaje de tres lenguas desde pequeños mejora el repertorio lingüístico en todos los idiomas


El aprendizaje de tres lenguas desde pequeños mejora el repertorio lingüístico en todos los idiomas

Una investigación de la Unidad de Educación Multilingüe de la Universidad Jaume I confirma que el modelo bilingüe de castellano y valenciano favorece el desarrollo de los menores a la hora de aprender una tercera lengua como el inglés. Por ello, resulta fundamental proteger el bilingüismo fomentando las lenguas minoritarias.

ANA ISABEL MARTÍNEZ - REDACCIÓN APRENDEMAS - 22/03/2012

Hablar varios idiomas es un lujo del que solo pueden presumir algunos. Sin embargo, si hasta ahora nos creíamos que el dominio de tres idiomas es la suma del conocimiento de esas tres lenguas, ahora un estudio confirma que no es así. Ser trilingüe comporta también una forma diferente de hablar, un desarrollo pragmático con unas peculiaridades únicas y diferenciadas.

La investigadora Maria Pilar Safont Jordà, de la Unidad de Educación Multilingüe (UEM) de la Universidad Jaume I, ha llevado a cabo un estudio entre 100 menores sobre la forma en la que los pequeños plantean sus peticiones en función de su exposición a una o más lenguas. En este caso, se ha tratado con niños que hablancastellanoinglés y valenciano y la investigadora ha comprobado que los pequeños introducen antes los elementos mitigadores en las peticiones, ya que utilizan más el estilo indirecto en vez del imperativo. Es decir, del “ven y jugamos” en inglés pasan al “vamos y si tú quieres jugamos, ¿vale?”. Así, el estudio demuestra que si promovemos la exposición al valenciano y al inglés, podemos favorecer la competencia comunicativa en las tres lenguas de niños de 2 a 5 años, es decir, en etapas de prealfabetización.

La clave de este proceso reside en que el sistema pragmático del inglés influye en el valenciano y el castellano, ya que las tres lenguas interactúan entre sí. Mientras que los denominados elementos mitigadores, que hacen que las peticiones se planteen de forma más indirecta, empiecen a tener una presencia regular en personas monolingües en inglés a partir de los 4 años y quedan establecidas a partir de los 8; en el caso de personas trilingües, los mitigadores ya están presentes tanto en catalán como en castellano antes de los 3 años y desde las primeras producciones en inglés.

En el caso de los niños con la lengua inglesa como segunda opción, los estudios reflejan que los mitigadores no aparecen hasta que no han adquirido un cierto nivel de competencia en inglés o han estado inmersos en un país de habla inglesa, por lo que los elementos mitigadores aparecen entre los 7 y los 10 años.

El Modelo Dinámico de Multilingüismo

Con esta investigación se confirma, tal y como asegura Safont, el Modelo Dinámico de Multilingüismo (Dynamic Modelo of Multilingalism), que plantea que la competencia lingüística en personas multilingües tiene unas peculiaridades que los diferencian de quienes son bilingües o monolingües dada su complejidad. “La interacción entre las tres lenguas promueve el desarrollo de aspectos clave en la adquisición y mantenimiento de las lenguas”, explica la directora, que continúa: “la diferencia entre adquirir una segunda o una tercera lengua no es solo cuantitativa si no, y sobre todo, cualitativa”.

Este estudio parte de investigaciones anteriores desarrolladas por el grupo de Lingüística Aplicada a la Enseñanza de la Lengua Inglesa (LAELA) de la UJI que venían a demostrar las ventajas del bilingüismo de cara a aprender el inglés como tercera lengua. Safont recuerda que desde 2005 está demostrado científicamente cómo el estudiantado participante en el Programa de Enseñanza en Valenciano (PEV) y el Programa de Inmersión Lingüística (PIL) de la Generalitat Valenciana tiene mayor facilidad para el aprendizaje del inglés que los monolingües o bilingües receptivos, con una escolarización previa en el Programa de Incorporación Progresiva (PIP) que tiene como lengua base el castellano. Pero ello no garantiza el éxito, como muy bien señala la investigadora, si la metodología empleada no es la adecuada: “si por introducir inglés entendemos introducir vocabulario, como se hace en muchas escuelas, eso no es efectivo, lo importante es que se introduzca como lengua vehicular de una asignatura. También es fundamental que esté presente tanto en el contexto docente, en las escuelas, como en el ámbito familiar, por ejemplo, exponiendo a los niños y niñas a las películas, dibujos, cuentos, etc., en inglés y en valenciano”.

Safont concluye que “lo más efectivo es proteger el bilingüismo, fomentando la lengua minoritaria, y exponer a los menores al inglés como tercera lengua”. Y es que considera que “para aprender el inglés hace falta el valenciano, es un factor facilitador muy importante, ya que las personas bilingües hacen un esfuerzo mayor y desarrollan unas habilidades que posibilitan que se enfrenten a una tercera lengua con más capacidades”. 


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